jueves, 15 de julio de 2010

I love Nezayork




Una fila de personas daba la vuelta a la manzana, desde Avenida Impulsora hasta la Calle de Rancho Seco. La Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón a unas cuantas cuadras. Las tierras aún inexploradas por tantos defeños, a pesar de encontrarnos, parafraseando al general Villa: “Tan cerquita y tan lejos…”, de la mil veces legendaria Ciudad Nezahualcóyotl.

Porque se necesita de actitud (y practicar ejercicios de dicción) para llegar a pronunciarse nezahualcoyotlense.Esperando; algunos sentados sobre la banqueta, haciendo lo imposible por consumir lo necesario para entrar “ya puestos” a la tocada. Una hilera de personajes, todos y cada uno con atuendos indescriptiblemente exagerados y lascivos para la mirada, pareciendo figurines sacados de algún sombrero de mago. Cientos de jóvenes a la espera de ingresar al Bar Dobermann Aragón que difícilmente, dado el tamaño del recinto, podría recibir a toda “la banda”.

El evento fue “gratuito”. Permiten la entrada a quienes accedan a la revisión de sus objetos personales (llámese bolsas y mochilas). Preguntan si escondes bebidas alcohólicas, sigue una negativa generalizada que culmina en la amistosa petición del “cadenero”: “Pues cómprate una cerveza, para que te dejen pasar”.

Y van entrando poco a poco, agarrando lugar dentro del bar (de 20 metros de largo por 10 de ancho aproximadamente) jóvenes en su mayoría de no más de 20 años. No parece importarles la estrategia engañosa de los organizadores: promesa de gratuidad incumplida que terminó convirtiéndose en la obligación de pagar el doble por una cerveza. Que, por cierto, corre el riesgo de evaporarse a consecuencia del asfixiante calor que se eleva cada vez más dentro del establecimiento, que (por supuesto) no cuenta con ventilación; lo cual tampoco les interesa, aunque de eso sí se escuchan quejas.

Comienza tocando una banda que nadie conoce, todos vienen a ver a Las Ultrasónicas. Al ritmo del contrabajo el rockabilly se hace escuchar. Deriva en impulsos incontrolables que mueven los pies del público de arriba hacia abajo marcando el bit. Un luchador enloquece en la mesa de la esquina. Su máscara (su nuevo rostro) le permite liberarse de complejos y penas. Danza vertiginosamente entre la multitud olvidándose de inquietudes morales.

Previo a la presentación del grupo estrella, comienzan a tocar los no tan jóvenes señores de Coapa Bich, proyecto alterno de roxy, integrante de Las Ultras. Una muñeca inflable rebotando por el aire, los gemidos y gritos al micrófono de la vocalista. Sudor, escupitajos y cerveza caliente. El show en general el brutal y obsceno; pero a nadie le asusta, le gritan “mala copa” a quien llegue a ofenderse.

La desfachatez de Las Ultras comienza desde los zapatos, y recorre toda su fisionomía, hasta culminar en el cabello alborotado. Sonido seco y rasposo, voces agudas y dulces, ritmo bailador. Mujeres en todo su esplendor, no sólo liberándose de prejuicios para divertirse, sino llegando al límite de lo indebido y con una sonrisa cínica siempre dibujada en el rostro.

El organizador comienza a razonar y decide no dejar pasar a más personas. A estás alturas la moral y los complejos se encuentran afuera del bar, haciendo fila posiblemente, junto con otras 80 personas que ya no caben; no hay espacio para ellas.

El lugar se encuentra repleto, el público ansioso de más descontrol. Pero, ¿podría existir un caos mejor controlado? Evento gratuito que termina pagándose sólo con el consumo de alcohol, el cual funciona como incentivo para que el cliente siga consumiendo. Quítales el aire a 300 personas encerradas en un espacio reducido y aumentaras tus ventas. Agrega garage rock empedernido, con marcados tintes eróticos, y tu negocio jamás dejará de tener clientes. Ubica un recinto “recreativo”, donde se permite violar cualquier ley con desvergonzada tranquilidad, a calles de distancia de la FES Aragón, en uno de los municipios urbanos más poblados de México, y prepárate que ya tienes tu changarro cimentadísimo.

La gente no deja de sudar. El ambiente es tal que comienzan a caer gotas de agua de la lámina que actúa como techo, haciendo pensar que allá afuera, donde la gente normal camina, llueve. En realidad es el vapor que se condensa. La euforia llega a un nivel que desde el escenario, que se encuentra suspendido en una plataforma por encima del público, da miedo voltear hacia abajo. El piso vibra. El grupo disfruta su presentación, invitan al público al escenario. La gente baila y grita sin control. Parecen animales, son animales, son nezahualcoyotlenses, coyotes hambrientos que se divierten y liberan.

viernes, 2 de julio de 2010

Voz Pasiva

Lingüísticamente, en español, la voz pasiva se define como “la conceptualización de la situación verbal desde una perspectiva distinta…”, reflexiva, teniendo como característica principal “la inactivación de la acción verbal, en el sentido, justamente, de una conceptualización no orientada desde el agente”; entendiéndose “agente” como actor.

Estructura: Personajes (sujetos) presentes (que están, existen) y realizan la acción indirectamente (pasivos) que es ligada al pasado (interesa lo que sucedió). Las acciones realizadas (o no) anteriormente influyen en el soy (en el ahora).

Algo hace falta. Hay un hueco que pocos notan, que en época de crisis permanente muchos aquejan. Definitivamente hay algo intangible que está ausente. Algo por llenar, que el todo, siendo ridículo, jamás llenaría.