martes, 1 de febrero de 2005

El telón está completamente cerrado

El telón está completamente cerrado.

Primera llamada. Camino hacia un valle oscuro, bañado de locura y desamor ¿Gusta usted ser parte de esta fiesta infernal?

Segunda llamada. El telón se abre.

Tercera llamada, tercera. Que comience la función.

Y las puertas del abismo se abren para dar paso a dos almas solitarias. Una viste una capa negra mal oliente y rasgada, tiene tatuada una mirada decadente y sus alas derraman sangre. La otra cubre su rostro con ambas manos, sus labios se envenenan de las lágrimas que escupen sus ojos, su piel está podrida, carece de alas pero de su boca se asoman unos colmillos filosos y hambrientos. El aire contaminado que les rodea golpea ferozmente sus pulmones cancerosos. Una de las dos almas comienza a vomitar, la otra enciende un cigarrillo y lo viola repetidas veces.

Tiempo y destino acechan, persiguen siluetas que divagan. Luna mira detenidamente, yo le doy la espalda.

Les despierta, o quizás duerme, un zumbido.

Algo se aproxima -dice cara estúpidamente consternada, ojos desorbitados, nariz afilada-
Tiene algo en la boca. Es un bozal y yo lo tengo también. El hombre tiene no sólo los ojos desorbitados.

Por favor, que nadie me despierte.

El telón está completamente cerrado.

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